Queridos hermanos,
Quiero dirigirme a vosotros en estos momentos con un mensaje de esperanza.
Son momentos difíciles, para algunos mucho más, pues la soledad es triste por obligación, por eso no podemos perder los ánimos, tenemos que tener fuerzas y no perder la esperanza, hay que estar mas que nunca arraigados en la Fe, y mantenerla viva.
Nuestra Madre está con nosotros siempre.
No dudéis nunca que ella vela por nosotros desde el cerro.
Sobre todo ser fuertes y pensar siempre en que esto pasará, y volveremos a abrazarnos y poder retomar más unidos que nunca, la ilusión de poder volver a ver a nuestra Madre de nuevo por las calles de nuestro pueblo.
¡¡¡Muchísimo ánimo a todos!!!