MAYO 2020 – MES DE LA VIRGEN MARÍA. Día 18

Oración General para Mayo

Padre Celestial, Tú has querido que en María se reflejase tu amor.

¡Gracias por habernos dado una Madre tan perfecta! Ella es para nosotros una nueva revelación de todos los tesoros de bondad que se encuentran escondidos en tu corazón paterno, nos muestras hasta qué punto Tú eres bueno y dulce en tu amor.

Con su ternura y su solicitud, Ella nos hace conocer el afecto delicado y vigilante que te une a Tí con nosotros, puesto que toda la fuerza de tu amor materno desciende a Ella de tu corazón de Padre.

En María no hay nada que no le haya sido dado expresamente por Tí: Ella trae a nosotros tu imagen, nos hace descubrir tu rostro de amor.

Sin el consuelo de su presencia y la continuidad de sus atenciones, nos faltaría una de las pruebas más evidentes de que Tú estás continuamente cercano a nosotros, para sostenernos, consolarnos, y protegernos. Su mirada bondadosa y su inmensa piedad para con los pecadores, como somos nosotros, nos invitan a creer que tu misericordia es inconmensurable y que no se deja vencer por la ingratitud y por la maldad.

María nos muestra cómo Tú nos amas y nos impulsa a confiarnos completamente a tu amor.

¡Te damos gracias porque te agrada manifestarte y darte a nosotros a través de Ella!

Amén

Lecturas de hoy Lunes de la 6ª semana de Pascua

Hoy, lunes, 18 de mayo de 2020

Santos Juan I ppm r, Rafaela Mª vg, Mª Josefa del Corazón de Jesús vg, Félix de Cantalice rl, Eric re.

Primera lectura

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (16,11-15): Nos hicimos a la mar en Tróade y pusimos rumbo hacia Samotracia; al día siguiente salimos para Neápolis y de allí para Filipos, primera ciudad del distrito de Macedonia y colonia romana. Allí nos detuvimos unos días. El sábado salimos de la ciudad y fuimos a un sitio junto al río, donde pensábamos que había un lugar de oración; nos sentamos y trabamos conversación con las mujeres que habían acudido. Una de ellas, que se llamaba Lidia, natural de Tiatira, vendedora de púrpura, que adoraba al verdadero Dios, estaba escuchando; y el Señor le abrió el corazón para que aceptara lo que decía Pablo. Se bautizó con toda su familia y nos invitó: «Si estáis convencidos de que creo en el Señor, venid a hospedaros en mi casa». Y nos obligó a aceptar. Palabra de Dios

Salmo

Sal 149,1-2.3-4.5-6a.9b R/. El Señor ama a su pueblo Cantad al Señor un cántico nuevo, resuene su alabanza en la asamblea de los fieles; que se alegre Israel por su Creador, los hijos de Sión por su Rey. R/. Alabad su nombre con danzas, cantadle con tambores y cítaras; porque el Señor ama a su pueblo y adorna con la victoria a los humildes. R/. Que los fieles festejen su gloria y canten jubilosos en filas: con vítores a Dios en la boca. Es un honor para todos sus fieles. R/.

Evangelio

Lectura del Santo Evangelio según san Juan (15,26–16,4a): En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando venga el Paráclito, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí; y también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo. Os he hablado de esto, para que no os escandalicéis. Os excomulgarán de la sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os dé muerte pensará que da culto a Dios. Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí. Os he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, os acordéis de que yo os lo había dicho». Palabra del Señor

Oración Final

Oh María,

Tú resplandeces siempre en nuestro camino como signo de salvación y esperanza. Nosotros nos encomendamos a Ti, salud de los enfermos, que ante la Cruz fuiste asociada al dolor de Jesús manteniendo firme tu fe.

Tú, Salvación del Pueblo, sabes lo que necesitamos y estamos seguros de que proveerás para que, como en Caná de Galilea, pueda regresar la alegría y la fiesta después de este momento de prueba.

Ayúdanos, Madre del Divino Amor, a conformarnos a la voluntad del Padre y a hacer lo que nos dirá Jesús, que ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos. Y ha tomado sobre sí nuestros dolores para llevarnos, a través de la Cruz, al gozo de la Resurrección. Amén.

Bajo tu protección, buscamos refugio, Santa Madre de Dios. No desprecies las súplicas de los que estamos en la prueba y líbranos de todo peligro, ¡oh Virgen gloriosa y bendita!

(Oración del Papa Francisco ante la especial situación mundial por la Pandemia)